Pues sí. Hemos volado varias horas hacia el sur y hemos llegado casi al pico inferior (geográficamente hablando) de América. Estamos en Calafate, que se trata de una pequeña y remota ciudad claramente turística y con una curiosa pinta a población canadiense o de Alaska (calle central llena de tiendas de una planta con artículos de trekking y deportes invernales, y restaurantes con ricas carnes). Hablando con los taxistas de aquí he podido saber que hace apenas unos años esto no era así. El cambio ha venido hace poco.
Pero lo importante es que hoy hemos navegado por gélidas aguas azules esquivando icebergs de todos los tamaños para llegar a ver un par de glaciares, el Glaciar de Upsala y el Glaciar de Spegazzini (la pared final de éste es una pasada. Muy alta).
En fin, y después de hacer fotos y vídeos desde la cubierta (incluyendo selfies con la peque) hemos cerrado la jornada con un buen Bife de lomo de ternera como es de ley. Mañana más glaciares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario